“Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:15-19 RV60)
Dios puso a los israelitas a elegir entre dos opciones: la recompensa por obedecerle o el castigo por desobedecerle. En el caso de los que amaran a Dios y anduvieran en sus caminos y mandamientos, la recompensa sería la vida; pero a quienes se inclinaran y sirvieran a otros dioses, el castigo sería la muerte. Observamos que en un mismo pasaje, la palabra de Dios presenta un contraste entre el destino de los obedientes y los desobedientes, y comprobamos que el destino a los desobedientes no es un estado de tortura corporal eterna, sino simplemente la muerte. Si en realidad el infierno fuera el destino para los practicantes de graves pecados, y ya que Dios estaba avisando del resultado entre uno u otro derrotero ¿Por qué no les advirtió que serían castigados con arder eternamente en el fuego? Sencillamente porque la idea que transmite la doctrina del infierno nunca existió en la mente de Dios.
Si nos fijamos, este pasaje tiene la interesante peculiaridad de exponer a la vez tanto la recompensa a los justos como el castigo a los malhechores. Este es un enfoque bíblico muy significativo porque nos ayuda mucho a determinar la veracidad de la doctrina del infierno. Y no se trata de un pasaje aislado. Si buscamos en la Biblia todas las ocasiones donde aparece vida o vida eterna como recompensa en contraposición a un castigo, encontramos que hay un buen número de citas bíblicas. Es muy interesante examinar estos pasajes para descubrir en qué consiste el castigo de los inicuos en contraposición a la recompensa de la vida.
“Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.” (Proverbios 11:19 RV60)
“El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte.” (Proverbios 14:27 RV60)
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.” (Daniel 12:2 RV60)
“Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.” (Jeremías 21:8 RV60)
“E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mateo 25:46 RV60)
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16 BJ3)
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” (Juan 3:36 RV60)
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a juicio, mas pasó de muerte a vida” (Juan 5:24 RV2)
“y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.”(Juan 5:29 RV60)
“y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:28 RV60)
“El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.” (Juan 12:25 RV60)
“el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego” (Romanos 2:6-10 RV60)
“para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.” (Romanos 5:21 RV60)
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23 RV60)
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.” (Romanos 8:2 RV60)
“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.” (Romanos 8:6 RV60)
“a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?” (2 Corintios 2:16 RV60)
“Si seguimos nuestros malos deseos, moriremos para siempre; pero si obedecemos al Espíritu, tendremos vida eterna.” (Gálatas 6:8 BLS)
“Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.” (1 Juan 5:16 RV60)
“Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.” (Mateo 18:9 RV60)
“Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado […] Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado” (Marcos 9:43, 45 RV60)
Como se aprecia, en la gran mayoría de las citas (concretamente 14) se establece la comparación entre la recompensa de la vida o la vida eterna con el castigo de la muerte. De las restantes citas, algunas definen el castigo como “vergüenza y confusión perpetua”, “castigo eterno”, “juicio”, “condenación e ira” y “enojo” (Daniel 12:2; Mateo 25:46; Juan 5:24, 29; Romanos 2:6-10); expresiones que son compatibles con el concepto de muerte o inexistencia; y solo hay dos (Mateo 18:9; Marcos 9:43, 45) que incluyen el concepto del infierno de fuego dentro de un lenguaje simbólico cuya explicación se considera en el artículo: ¿Qué es el “fuego eterno”?. Es muy obvio que cuando la Biblia contrasta la recompensa de los justos con el castigo de los inicuos lo hace en los términos de vida y muerte. Prácticamente en todos estos pasajes, el concepto o mención del infierno brilla por su ausencia, algo que sería del todo incompresible si la enseñanza del infierno fuera auténtica.
Nuestro Padre celestial y Jesucristo se han preocupado de que la humanidad tenga clara conciencia de que el resultado de vivir en obediencia a Dios es la vida eterna; así se evidencia en multitud de pasajes bíblicos; pero en sobresaliente contraste, no hay ni un solo versículo donde aparezca la expresión “tortura eterna” o “sufrimiento eterno” como castigo a los desobedientes; incluso, en aquellos textos que pueden sugerir la doctrina del infierno, estos nunca se expresan de manera clara y explícita.
Jesucristo dijo que la mayoría de las personas van por el camino de la perdición (Mateo 7:13-14) Si la doctrina del infierno fuera cierta ¿Por qué la palabra de Dios es tan explícita y tan frecuente en la recompensa de vida eterna que Dios ha preparado a los pocos que se van a salvar, y en cambio no se expresa de igual modo sobre el presunto castigo infernal que recibirían la mayoría de las personas? La razón es sencilla: la doctrina del infierno no es bíblica, sólo existe en el ámbito de la tradición humana.
Buenas tardes dejame decirte que el infierno es lugar de tormento el fuego nunca se apaga dijo el señor Jesucristo ten cuidado lo que quieres trasmitir no sea que seas condenado por querer libinar la palabra de Dios. Pasala bien.
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